En mi primer viaje que me dirigí al caluroso departamento de Loreto, fuimos por un viaje de estudio de la Universidad. Nos dirigimos por avión desde la ciudad de Lima hasta Iquitos, de allí tomamos un “lanchón”, surcando por mas de 13 horas los ríos serpenteantes de la amazonia peruana.
Después de pasar un viaje inigualable, llegamos al pueblo de Jenaro Herrera, en donde conocimos a nuestros amigos Víctor y Julio, quienes nos contaron este sorprendente cuento del Runa Mula:
“Se dice que en las noches de luna, un misterioso personaje sale desde la oscuridad de la selva, el “Runa Mula”, este es un jinete que arroja fuego por todos sus orificios montado en un caballo, que corre por las calles relinchando y asustando a todos los habitantes de los pueblos colindantes a la selva.
El “Runa Mula” es el producto de un amorío entre el sobrino y su tía; por las noches mientras los dos caen en un profundo sueño, el sobrino se transforma en un jinete diabólico, y la tía en un caballo y juntos se transforman en el “Runa Mula”.
Este personaje diabólico ha trastornado por mucho tiempo la tranquilidad de los habitantes, pero ellos no se quedaron atrás, y probaron muchos métodos para atrapar a esta bestia, que era difícil de atrapar, pero después de mucho tiempo descubrieron su debilidad. Ellos esperaban el sonido de los cascos del caballo, mientras tanto se colocaban en los lados de las calles en donde se pensaba que iba a pasar y cuando ya lo veían venir, temblorosos y muertos de miedo, extendían los hilos dorados, el cual el “Runa Mula” no podía pasar, a su ves trataba de llegar a la siguiente esquina pero los pobladores extendían otro hilo dorado cercándolo en una calle.
Los pobladores armados de machetes y antorchas se dirigían a matar a la bestia, y al acercarse este les hizo una pregunta “ Que es lo que desean?” y uno de los pobladores dijo “Queremos dinero” y este les arrojo monedas, ellos se peleaban por recogerlas mientras él huía a la oscuridad del monte. Al haber descubierto el punto débil de la bestia diabólica, muchos esperan por las noches lunadas, para acorralarlo y así poder atormentarlo y obtener el dinero que este arroja.”
Por ello cada ves que escuchan el relinche de un caballo, se dice que viene el “Runa Mula”, el producto de un amorío prohibido.
lunes, 14 de enero de 2008
jueves, 10 de enero de 2008
Las mágicas y encantadoras flores: Orquídeas
Nuestro país alberga miles de estas maravillosas plantas CAM, desde el bosque seco del norte hasta en Machu Picchu. Se han adaptado a muchos ecosistemas, y su peculiar aspecto de las flores e inflorescencias las han llevado a casi el borde de la extinción. Muchas de nuestras especies del norte, lamentablemente están desapareciendo cada día, ya sea por su extracción ilegal o por la perdida de sus habitas.
En el Perú se encuentran registradas mas de 20 000 especies, muchas de ellas endémicas, las podemos encontrar prácticamente en todo el país, pero la gran mayoría están en los bosques de neblina. En mis excursiones a dichas zonas me he encontrado con la gran sorpresa que todavía se pueden ver muchas de ellas. Uno de los lugares donde se recomienda ir es en el camino inca hacia Machu Picchu, donde se podrá topar con cientos de especies, muchas de ellas entre las ramas de los árboles y otras terrestres, aunque se recomienda ir en el inicio de lluvias ya que en estos meses suelen empezar a florecer.
Las orquídeas pueden ser una fuente atractiva para el turismo, muchas personas viajan desde muy lejos para verlas en su hábitat natural, pero al no haber una conciencia de conservación se están tumbando cada día mas los bosques de neblina, y así acabando con toda la biodiversidad de muchas zonas como son los departamentos de San Martín, Amazonas, Pasco, entre otros.
Tenemos que tener en cuenta que esta especie es de gran importancia, ya que es un indicador del estado del ecosistema, ya que estas están adaptadas a una temperatura y a una precipitación sin cambios bruscos durante el año, pero conforme el hombre esta contaminando la tierra, el aumento de la temperatura esta afectando a estas plantas, desapareciendo en muchos lugares que eran común verlas, esto nos demuestra que ahora si cumplen una función importante en el estudio de los ecosistemas, sirviéndonos como los indicadores de cada rincón de nuestro país.
Debemos de incentivar los estudios de este gran reino, ya sea a través de becas de investigación o por medio de programas para la conservación y tratar de conservarlas en su ambiente natural, evitando su depredación, pero si esto no se da, más adelante solo las veremos en los herbarios o en un invernadero, pero no en su hábitat original.
En el Perú se encuentran registradas mas de 20 000 especies, muchas de ellas endémicas, las podemos encontrar prácticamente en todo el país, pero la gran mayoría están en los bosques de neblina. En mis excursiones a dichas zonas me he encontrado con la gran sorpresa que todavía se pueden ver muchas de ellas. Uno de los lugares donde se recomienda ir es en el camino inca hacia Machu Picchu, donde se podrá topar con cientos de especies, muchas de ellas entre las ramas de los árboles y otras terrestres, aunque se recomienda ir en el inicio de lluvias ya que en estos meses suelen empezar a florecer.
Las orquídeas pueden ser una fuente atractiva para el turismo, muchas personas viajan desde muy lejos para verlas en su hábitat natural, pero al no haber una conciencia de conservación se están tumbando cada día mas los bosques de neblina, y así acabando con toda la biodiversidad de muchas zonas como son los departamentos de San Martín, Amazonas, Pasco, entre otros.
Tenemos que tener en cuenta que esta especie es de gran importancia, ya que es un indicador del estado del ecosistema, ya que estas están adaptadas a una temperatura y a una precipitación sin cambios bruscos durante el año, pero conforme el hombre esta contaminando la tierra, el aumento de la temperatura esta afectando a estas plantas, desapareciendo en muchos lugares que eran común verlas, esto nos demuestra que ahora si cumplen una función importante en el estudio de los ecosistemas, sirviéndonos como los indicadores de cada rincón de nuestro país.
Debemos de incentivar los estudios de este gran reino, ya sea a través de becas de investigación o por medio de programas para la conservación y tratar de conservarlas en su ambiente natural, evitando su depredación, pero si esto no se da, más adelante solo las veremos en los herbarios o en un invernadero, pero no en su hábitat original.
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